Deje de escribir. No por falta de inspiración o tiempo, simplemente falta de ganas. Por enojo, por fastidio y por cansancio. Cansada estoy de ser presa de la metáfora, hace mucho no me subo a un barco y hace tiempo no prendo un fuego, ni siquiera un asado. Cansada de la repetición constante en el pensamiento que produce melancolía y apaga la luz de la motivación. Si, está bien, estamos de acuerdo en que escribir funciona como un descargo y es necesario para el artista, para cualquier ser, expresar un poco y sacarlo para afuera para no morir ahogado en las palabras no dichas. ¿No sería acaso mas simple decir? Si, hablar. Claro, pero no lo hacemos. No lo hacemos para no quedar como idiotas, para no exponernos, para no recibir una negativa o vaya a saber porque otra cosa... Ego, le dicen algunos. La realidad es que escribir acá me recuerda al año 2011 donde empecé algo hermoso, que creció y murió también. La realidad es que a veces maldigo el momento en que te crucé en esa esquina y todo