Escapar de la metáfora

 Deje de escribir.

No por falta de inspiración o tiempo, simplemente falta de ganas. Por enojo, por fastidio y por cansancio.

Cansada estoy de ser presa de la metáfora, hace mucho no me subo a un barco y hace tiempo no prendo un fuego, ni siquiera un asado. Cansada de la repetición constante en el pensamiento que produce melancolía y apaga la luz de la motivación. Si, está bien, estamos de acuerdo en que escribir funciona como un descargo y es necesario para el artista, para cualquier ser, expresar un poco y sacarlo para afuera para no morir ahogado en las palabras no dichas.

¿No sería acaso mas simple decir? Si, hablar. Claro, pero no lo hacemos. No lo hacemos para no quedar como idiotas, para no exponernos, para no recibir una negativa o vaya a saber porque otra cosa... Ego, le dicen algunos.

La realidad es que escribir acá me recuerda al año 2011 donde empecé algo hermoso, que creció y murió también. La realidad es que a veces maldigo el momento en que te crucé en esa esquina y todos los momentos que me llevaron a ella. La realidad es que me arrepiento de haberme olvidado de todo lo que estaba poniendo en juego sabiendo desde el primer abrazo que nunca tendrías el valor de intentarlo.

La realidad es que estoy cansada, irónico, siendo ese tu estado natural. La realidad es que no creo que la melancolía sea algo para alimentar, siempre fuí de las que miran hacia adelante.

Sinceramente ya no se ni que pensar, ni que sentir, ni que decir... Me parece hasta imprudente sacar el tema hoy en día y después de tantos años me extraña soberanamente el hecho de estar todavía escribiendo sobre lo mismo, una y otra vez.

La realidad es que nada es real perse, que todo es cuestión de interpretación y a veces pienso que soy una ingenua en creer que todavía me escribis a mi, todavía pensas en mi, realmente me cuesta creer que algo desee algo y no haga nada al respecto.


No obstante, acá estamos una vez más. Enojo y amor, todo junto. Deseo y resignación, me gustaría llamarlo aceptación. 

Al mismo tiempo extraño mi vida antes de conocerte, el hecho de saber que existís solía ser motivo de alegría y celebración, me generaba felicidad el hecho de saber que una persona me ama y me piensa a pesar de toda la distancia que me encargué de agregarla a la que ya existía. Hoy pienso distinto, hoy tomaría otra decisión. 

La cagada de esto, es que simplemente volver atrás es imposible.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Matá al "Dime que no"

Reflexión sin formato alguno

Amor y otras sustancias